No viven el sufrimiento con dolor. Cargan con sus cruces con amor y ofreciéndolas.
Se entregan en cuerpo y alma; toda la vida.
Me gusta cuidarles y quererles.
Nacen menos con Síndrome de Down pues los padres no los quieren tener. Si supieran que son ángeles del Cielo. Aprendo con ellos y me gusta estar a su lado. Son una bendición para las familias, por mucho trabajo que puedan dar. Tienen un corazón tan puro y tan grande que vienen a recordarnos los valores más simples, que tal vez, por el qué dirán, hemos dejado de lado, como el demostrar afecto por el otro sin pensarlo dos veces. Los pequeños que he tratado dan besos cada rato. Nos enseñan a vivir la vida a través de sus ojos achinados.
LA VERDAD ES Q YO Q AHORA MISMO ESTOY TRABAJANDO CON ELLOS LA VERDAD ES Q CREO, Q SIN LUGAR A DUDAS SON LAS PERSONAS MAS TRABAJADORAS.
QUIZAS TAMBIEN LO Q DESTACO DE ELLOS ES, Q POR ALLI POR DONDE VAN PASANDO VAN DEJANDO UN RALLO DE ALEGRIA Y DE OPTIMISMO.