No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
La foto muestra las lagrimas de nuestra madre por la muerte de su hijo jesus ,alabado sea el señor que dio su vida por nosotros
La cara de la Stma. Vigen Maria muestra EL SUFRIMIENTO que vivió al ver la PASIÓN de su Hijo. Madre me uno a tu dolor y te agradezco tu generosidad de aceptar los planes de Dios, Bendita sea Maria,