Unos 700 inmigrantes mueren en naufragio frente a Libia.
El Papa Francisco, que ha pedido en reiteradas oportunidades una solución a la crisis migratoria, reiteró el domingo su llamado a la comunidad internacional a que se tomen medidas rápidas y decisivas.
«Son hombres y mujeres como nosotros, nuestros hermanos en busca de una vida mejor, hambrientos, perseguidos, heridos, explotados, víctimas de la guerra», dijo Francisco ante decenas de miles de personas en la plaza de San Pedro en su oficio del domingo. «Están buscando una vida mejor».
Desde luego es una aberración que los gobiernos de la Unión Europea estén tan impasibles ante estas tragedias y no tomen las medidas oportunas para que estos trágicos sucesos con tantas victimas inocentes se sigan produciendo.