Cumpleaños de la Virgen María

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La Santa Iglesia eligió el 8 de Setiembre como celebración de la Natividad de María de manera convencional ya que no se conocía cuándo había realmente nacido.
En Medjugorje y en muchas otras partes del mundo antes de Medjugorje, como en las apariciones de España y de México de las décadas del 70 y en otros continentes como Asia y África, Ella misma dio a conocer la fecha verdadera: el 5 de Agosto.
En 1973, la Virgen le dijo a Amparo Cuevas (Apariciones de la Santísima Virgen en Prado Nuevo, El Escorial, España) que el 5 de Agosto era la verdadera fecha de su nacimiento.
A Jelena (Apariciones de la Santísima Virgen en Medjugorje, en Bosnia-Herzegovina) le dijo en agosto de 1984 que cumplía 2000 años. A la vidente Anita de Oliveto Citra le dijo el 5 de agosto de 1985: – “Hoy es un día de fiesta. ¡Es mi cumpleaños!”. También a los chicos de Tierra Blanca, en México les había dicho lo mismo.

HECHOS COINCIDENTES CON EL CUMPLEAÑOS DE MARÍA
La Iglesia conmemora el cumpleaños de la Madre de Dios el 8 de septiembre, aunque nuestra MADRE BENDITA, en varias Apariciones y videncias informó que ELLA nació el 5 de agosto.
Para confirmar la fecha del cumpleaños de Maria, hay dos hechos que se pasaron en el mismo día y que colaboran y nos guían a admitir el 5 de agosto como la fecha correcta, considerando que las “coincidencias” existen y sin cualquier duda, ellos son los Trabajos de la Providencia Divina.
El primer hecho se pasó en agosto, año 352, en la ciudad de Roma, con una nevada milagrosa, en la Colina de Esquilino. Giovanni Patricio y su esposa soñaron que la VIRGEN MARIA deseaba la construcción de una Iglesia en SU homenaje y informaba “que el lugar se marcaría cubierto con nieve”. En el sueño, NUESTRA SEÑORA aparecía con el MUCHACHO JESÚS en SUS brazos, y pidió a la pareja que llevase las noticias a Su Santidad. En la audiencia con el Papa Libério(352-366), cuando la pareja estaba describiendo su sueño, el Pontífice se sorprendió y quedó admirado, porque él también había soñado con eso.
Por esa razón él decidió verificar ese evento maravilloso. ¡Él con un ayudante fue a ver ese lugar!. ¡Para su gran sorpresa, de facto aquél hogar estaba cubierto de nieve, en pleno verano en Italia!. Fue el 5 de agosto de 352. El Papa empezó a construir en la situación indicad por la VIRGEN la BASÍLICA LIBERIANA o IGLESIA DE SANTA MARIA DE LA NIEVE, y también en esa fecha él instituyó la Celebración de NUESTRA SEÑORA DE LA NIEVE, o de la VIRGEN BLANCA, en honor a la MADRE DE DIOS.
El segundo hecho se pasó en el año 431, cuando el Papa Celestino I (422-432) decretó la realización del Concilio de Efesio, del 22 de junio al 31 de julio. En este Concilio Ecuménico, se reconoció y fue proclamado oficialmente la MATERNIDAD DIVINA DE MARIA. El 5 de agosto en Roma, Su Santidad celebró una Santa Misa y leyó “en ese mismo día” el texto del Dogma de la MATERNIDAD DIVINA DE NUESTRA SEÑORA.
En el Pontificado del Papa Sixto III (432-440), sucesor del Papa Celestino I, se construyó en la misma situación indicada por la VIRGEN MARIA, en la Colina del Esquilino, en Roma, otro templo en honor a NUESTRA SEÑORA, con un sólido y muy bueno basamento estructural, con columnas iónicas muy bonitas, y tres naves magníficas (en la Iglesia es el espacio desde la entrada hasta el santuario), que se puede verse hasta hoy. La Iglesia vieja construida por el Papa Libério desapareció en el tiempo sin dejar cualquier vestigio.
El nuevo templo se denominó BASÍLICA DE SANTA MARIA MAGGIORE (Santa Maria, la más Grande), refiriéndose a la grandeza de SUS virtudes, y el inmenso poder de intercesión de la MADRE DE DIOS, NUESTRA SEÑORA, entre muchas otras denominaciones también llamada SANTA MARIA DE LA NIEVE. Al largo de los siglos, la Basílica recibió muchas mejoras, pinturas admirables, el arte de oro en el forro y en los altares, suelos cerámicos con dibujos especiales, imágenes notables, y las esculturas artísticas que transformaron el Templo en una Basílica majestuosa, uno de los más importantes y más bonitos Templos de MARIA en el mundo.
Anualmente el 5 de agosto se renuevan homenajes a NUESTRA SEÑORA y se multiplican en fiestas y celebraciones que recuerdan con entusiasmo y mucha alegría la Construcción de la Basílica, un presente digno y precioso de la humanidad en honor a NUESTRA SEÑORA, con la mayor veneración y como un signo de amor a ELLA en SU cumpleaños.

EL NACIMIENTO DE MARÍA
En lo referente al lugar de nacimiento de Nuestra Señora, existen tres tradiciones diferentes que hay que considerar.
Primero, se ha situado el acontecimiento en Belén. Esta opinión se basa en la autoridad de los siguientes testigos: ha sido expresada en un documento titulado “De nativ. S. Mariae” incluido a continuación de las obras de S. Jerónimo; es una suposición más o menos vaga del Peregrino de Piacenza, llamado erróneamente Antonino Mártir, que escribió alrededor del 580 d. de J.C. ; finalmente, los Papas Pablo II (1471), Julio II (1507), León X (1519), Pablo III (1535), Pío IV (1565), Sixto V (1586) e Inocencio XII (1698) en sus Bulas referentes a la Santa Casa del Loreto afirman que la Bienaventurada Virgen nació, fue educada y recibió la visita del ángel en la Santa Casa. Sin embargo, estos pontífices no deseaban en realidad decidir sobre una cuestión histórica; ellos simplemente expresan la opinión de sus épocas respectivas.
Una segunda tradición situaba el nacimiento de Nuestra Señora en Seforis, unas tres millas al norte de Belén, la Diocaesarea romana, y la residencia de Herodes Antipas hasta bien entrada la vida de Nuestro Señor. La antigüedad de esta opinión puede deducirse por el hecho de que bajo el reinado de Constantino se erigió en Seforis una iglesia para conmemorar la residencia de Joaquín y Ana en dicho lugar. S. Epifanio habla de este santuario. Pero esto sólo demuestra que Nuestra Señora debió vivir durante algún tiempo en Seforis con sus padres, sin que por ello tengamos que creer que nació allí.
La tercera tradición, la de que María nació en Jerusalén, es la más probable de las tres. Hemos visto que se basa en el testimonio de S. Sofronio, de S. Juan Damasceno y sobre la evidencia de hallazgos recientes en la Probatica. La Festividad de la Natividad de Nuestra Señora no se celebró en Roma hasta finales del siglo VII; sin embargo, dos sermones encontrados entre los escritos de S. Andrés de Creta (m. 680) implican la existencia de esta fiesta y nos hacen suponer que fue introducida en una fecha más temprana en otras iglesias. En 1799, el décimo canon del Sínodo de Salzburgo señala cuatro fiestas en honor de la Madre de Dios: la Purificación, el 2 de febrero; la Anunciación, el 25 de marzo; la Asunción, el 15 de agosto y la Natividad, el 8 de septiembre.
El Evangelio de la Natividad de María

En los primeros siglos del cristianismo, un creciente número de libros se presentaban como sagrados y causaban controversia. La Iglesia, con la autoridad Apostólica que Cristo le dio, definió la lista (canon) de los Libros Sagrados de la Biblia.
Los concilios de la Iglesia Católica de Hipona, en el año 393 DC y el Concilio de Cartago, en el año 397 y 419 DC confirmaron el canon Alejandrino (con 46 libros para el Antiguo Testamento) y fijaron el canon del Nuevo Testamento con 27 libros.
Para reconocer los libros del Nuevo Testamento los Padres utilizaron tres criterios:
1- que fuesen escritos por un Apóstol o su discípulo.
2- que se utilizara en la liturgia de las iglesias Apostólicas. Ej. Roma, Corintio, Jerusalén, Antioquía, etc.
3- que estuviera en conformidad con la fe Católica recibida de los Apóstoles.
Al no satisfacer estos criterios, algunos evangelios atribuidos a los Apóstoles (ej. Ev. de Tomás, Ev. de Pedro) no integraron el canon. Por otra parte fueron aceptados libros (ej. Evangelio de San Juan y Apocalipsis) que por largo tiempo habían sido controversiales por el atractivo que ejercen en grupos sectarios y milenaristas.
La carta del Papa S. Inocencio I en el 405, oficialmente recoge el canon ya fijo de 46 libros del A.T. y los 27 del N.T. El Concilio de Florencia en1442 confirmó una vez más el canon, como lo hizo también el Concilio de Trento en 1546.
A los evangelios que no forman parte del canon establecido se les llamó “apócrifos”, palabra que no significa falsos, sino que no integraron la Biblia por distintas evaluaciones surgidas de los Concilios mencionados antes. Estos Evangelios Apócrifos son un material valioso para los cristianos porque aportan datos que no aparecen en los materiales de la Biblia pero se integran al acervo de conocimiento del cristianismo.
El Evangelio de la Natividad de María es uno de ellos, y entre el conocimiento que agrega está el nombre de los padres de María.

PREFACIO

El suave requerimiento que me dirigís reclama de mí un trabajo relativamente fácil, pero penoso en grado sumo, por las cuidadosas precauciones que hay que tomar contra el error. Me pedís, en efecto, que ponga por escrito lo que haya encontrado en diversas fuentes sobre la vida y la natividad de la bienaventurada Virgen María hasta su incomparable parto y hasta los primeros momentos del Cristo, empresa poco difícil de ejecutar, pero singularmente presuntuosa, como os digo, por los peligros a que expone a la verdad. Porque lo que de mí exigís, hoy que las canas blanquean mi cabeza, lo he leído, sabedlo, cuando era joven, en un librito que cayó en mis manos. Ciertamente, después de ese lapsó, colmado por otras preocupaciones nada triviales, ha podido muy bien suceder que varios rasgos se hayan escapado de mi memoria. Por ende, si accedo a vuestra súplica, habría injusticia en acusarme de haber querido suprimir, añadir o cambiar un ápice de la historia. Si esto ocurriese, y no lo niego, sería, a lo menos, cosa independiente de mi voluntad. En estas condiciones, y en éstas solamente, satisfago vuestros deseos y la curiosidad de los lectores, previniéndoos, empero, tanto a vosotros como a ellos, que el susodicho opúsculo, si no me es infiel la memoria, comenzaba por el siguiente prefacio, que recuerdo, a lo menos en su sentido.

I – MARÍA Y SUS PADRES

1. Sabemos que la bienaventurada y gloriosa María siempre virgen, salida del tronco real de la familia de David, nació en la ciudad de Nazareth, y fue educada en Jerusalén, en el templo del Señor. Su padre se llamaba Joaquín, y su madre Ana. Su familia paterna era de Galilea, de la ciudad de Nazareth, y su familia materna era de Bethlehem.
2. Y la vida de ambos esposos era sencilla y santa ante Dios, y piadosa e irreprensible ante los hombres. Todos sus bienes, en efecto, los habían dividido en tres partes, consagrando la primera al templo y a sus servidores, distribuyendo la segunda entre los pobres y los peregrinos, y reservándose la tercera para sí mismo y para los menesteres de su hogar.
3. Y de esta manera, amados por Dios y buenos para los hombres, habían vivido durante cerca de veinte años en un casto connubio, sin tener descendencia. No obstante, habían hecho voto, si por acaso Dios les daba uñ hijo, de consagrarlo al servicio del Señor. Y, así, cada año, acostumbraban, en los días festivos, a ir, piadosos, al templo.

II – MALDICIÓN DE JOAQUÍN POR ISACHAR

1. Y, como se aproximase la fiesta de la Dedicación, Joaquín, con algunos de sus compatriotas, subió a Jerusalén. Y, en aquella época, Isachar era Gran Sacerdote. Y, habiendo visto a Joaquín con su ofrenda, en medio de sus conciudadanos, lo miró con desprecio, y desdeñé sus presentes, preguntándole por qué él, que no tenía hijos, se atrevía a estar entre los que eran fecundos. Y le advirtió que, habiéndolo Dios juzgado indigno de posteridad, no podían serle aceptos sus presentes, por cuanto la Escritura dice: Maldito sea quien no engendre hijos en Israel. Y lo conminó para que se librase de esta maldición, creando una progenitura, porque sólo entonces le sería lícito acercarse, con sus ofrendas, a la presencia del Señor.
2. Y este reproche que se le lanzaba cubrió de extremo oprobio a Joaquín, el cual se retiró al sitio en que estaban sus pastores con sus rebaños. Y no quiso volver a su casa, temiendo sufrir los mismos reproches de sus comarcanos, que habían asistido a la escena, y que habían oído al Gran Sacerdote.

III – APARICIÓN DE UN ÁNGEL A JOAQUÍN

1. Y permanecía allí desde hacía algún tiempo, cuando, cierto día que estaba solo, le apareció un ángel del Señor, rodeado de una gran luz. Y, a su vista, Joaquín quedó turbado. Pero el ángel apaciguó su turbación, diciéndole: No temas, Joaquín, ni te turbe mi vista, porque soy un ángel del Señor, enviado por Él a ti, para anunciarte que tus súplicas han sido escuchadas, y que tus limosnas han subido a su presencia. Ha visto tu oprobio, y ha considerado el reproche de esterilidad que sin razón se te ha dirigido. Porque Dios es vengador del pecado, mas no de la naturaleza. Y, cuando cierra una matriz, lo hace para abrirla después de una manera más admirable, y para que se sepa que lo que nace así no es fruto de la pasión, sino presente de la Providencia.
2. La primera madre de vuestra nación, Sara, permaneció estéril hasta los ochenta años, a pesar de lo cual, en los últimos días de su vejez, dio a luz a Isaac, en quien le había sido prometido que serían benditas todas las naciones. Asimismo Raquel, tan agradable a Dios y tan amada por Jacob, permaneció estéril durante mucho tiempo, y, no obstante, parió a José, que fue no solamente el dueño de Egipto, sino el salvador de numerosos pueblos que iban a morir de hambre. ¿Quién, entre los jueces, más fuerte que Sansón y más santo que Samuel? Y, sin embargo, ambos a dos tuvieron por madres a mujeres por mucho tiempo estériles. Si, pues, la razón no te persuade por mi boca, cree a lo menos que las concepciones dilatadamente diferidas y los partos tardíos son de ordinario los más portentosos.
3. Así, tu esposa Ana te parirá una niña, y la llamarás María. Y, conforme a vuestro voto, se consagrará al Señor desde su niñez, y estará llena del Espíritu Santo desde el vientre de su madre. Y no comerá ni beberá nada impuro, ni vivirá en medio de las agitaciones populares del exterior, sino en el templo, a fin de que no pueda enterarse, ni aun por sospecha, de nada de lo que existe de vergonzoso en el mundo. Y, con el curso de la edad, bien como ella nació milagrosamente de una mujer estéril, de igual modo, por un prodigio incomparable y permaneciendo virgen, traerá al mundo al hijo del Altísimo, que será llamado Jesús o salvador de todas las naciones, conforme a la etimología de su nombre.
4. Y he aquí el signo de la verdad de las cosas que te anuncio. Cuando llegues a la Puerta Dorada de Jerusalén, encontrarás a Ana tu esposa, la cual, inquieta hasta hoy por tu retardo, se regocijará sobremanera, al volver a verte. Y, dicho esto, el ángel se separó de Joaquín.

IV – APARICIÓN DE UN ÁNGEL A ANA

1. Y después apareció a Ana su esposa, diciéndole: No temas, Ana, ni imagines que es un fantasma lo que ves. Yo soy el ángel que ha llevado vuestras oraciones y vuestras limosnas a la presencia de Dios, y que ahora he sido enviado a vosotros para anunciaros el nacimiento de una hija, que se llamará María, y que será bendita entre todas las mujeres. Llena de la gracia del Señor desde el instante de su nacimiento, permanecerá en la casa paterna durante los tres años de su lactancia. Después, consagrada al servicio del Altísimo, no se apartará del templo hasta la edad de la discreción. Y allí, sirviendo a Dios día y noche con ayunos y con plegarias, se abstendrá de todo lo que es impuro, y no conocerá varón jamás, manteniéndose sin tacha, sin corrupción, sin unión con hombre alguno. Empero, virgen, parirá un hijo, y, sierva, parirá a su Señor, el que será por gracia, por título, por acción, el salvador del mundo.
2. Así, pues, levántate, sube a Jerusalén, y, cuando llegues a la llamada Puerta Dorada, allí, a manera de signo, encontrarás a tu esposo, sobre cuyo paradero anda inquieta tu alma. Y, cuando hayan sucedido estas cosas, lo que yo te anuncio se cumplirá al pie de la letra.

V – NACIMIENTO DE MARÍA

1. Y, obedeciendo al mandato del ángel, ambos esposos, abandonando uno y otro los parajes respectivos en que estaban, subieron a Jerusalén. Y, al llegar al lugar designado por el oráculo del ángel, se encontraron mutuamente. Entonces, gozosos de volver a encontrarse, y poseídos de confianza en la verdad de la promesa de que tendrían descendencia, rindieron acción de gracias bien debidas al Señor, que exalta a los humildes.
2. Y, habiendo adorado al Altísimo, regresaron a su casa, y, llenos de júbilo, esperaron la realización de la divina promesa. Y Ana concibió y parió una hija, y, conforme a la orden del ángel, sus padres le pusieron por nombre María.

VI – PRESENTACIÓN DE MARÍA EN EL TEMPLO

1. Transcurridos tres años y terminado el tiempo de la lactancia, llevaron a la Virgen con ofrendas al templo del Señor. Y había alrededor del templo, según el número de los salmos graduales, quince gradas que subir. Porque, estando el templo situado sobre una altura, sólo por gradas era accesible el altar de los holocaustos, que estaba situado en el exterior.
2. Y sobre la primera de aquellas gradas colocaron los padres a la bienaventurada Maña, todavía muy pequeña. Y, en tanto que ellos se quitaban los vestidos de viaje, para ponerse, siguiendo la costumbre, trajes más bellos y más propios de la ceremonia, la Virgen del Señor subió todas las gradas, sin mano alguna que la condujese, de tal suerte que todos pensaron que no le faltaba nada, a lo menos en aquella circunstancia, de la perfección de la edad. Es que el Señor, en la infancia misma de la Virgen, operaba ya grandes cosas, y mostraba por aquel milagro lo que sería un día.
3. Y, después de haber celebrado un sacrificio conforme al uso de la ley, dejaron allí a la Virgen, para ser educada en el recinto del templo, con las demás vírgenes. Y ellos regresaron a su casa.

VII – NEGATIVA DE LA VIRGEN A CONTRAER MATRIMONIO ORDINARIO

1. Y la Virgen del Señor, a la vez que en edad, crecía igualmente en virtud, y, según la palabra del salmista, su padre y su madre la habían abandonado, pero Dios la había recogido. A diario, en efecto, era visitada por los ángeles, y a diario gozaba de la visión divina, que la libraba de todo mal, y que la hacía abundar en toda especie de bienes. Así llegó a los catorce años, y, no solamente los malos no podían encontrar en ella nada reprensible, sino que todos los buenos que la conocían juzgaban su vida y su conducta dignas de admiración.
2. Entonces el Gran Sacerdote anunció en público que todas las vírgenes que habían sido educadas en el templo, y que tenían catorce años, debían volver a sus hogares, y casarse, conforme a la costumbre de su nación y a la madurez de su edad. Todas las vírgenes obedecieron con premura esta orden. Sólo María, la Virgen del Señor, declaró que no podía hacerlo. Como sus padres la habían consagrado primero a Dios, y ella después había ofrendado su virginidad al Señor, no quería violar este voto, para unirse a un hombre, fuese el que fuese. El Gran Sacerdote quedó sumido en la mayor perplejidad. Él sabía que no era lícito violar un voto contra el mandato de la Escritura, que dice: Haced votos, y cumplidlos. Mas, por otra parte, no le placía introducir un uso extraño a la nación. Ordenó, pues, que, en la fiesta próxima, se reuniesen los notables de Jerusalén y de los lugares vecinos, por cuyo consejo podría saber cómo le convendría obrar en una causa tan incierta.
3. Y así se hizo, y fue común parecer que había que consultar sobre ese punto a Dios. Y, mientras todos se entregaban a la oración, el Gran Sacerdote avanzó para consultar al Señor, según la costumbre. Y, a poco, una voz, que todos oyeron, salió del oráculo y del lugar del propiciatorio. Y esa voz afirmaba que, de acuerdo con la profecía de Isaías, debía buscarse a quien debía desposar y guardar aquella virgen. Porque es bien sabido que Isaías vaticinó: Y saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará sobre él el espíritu del Señor, espíritu de inteligencia y de sabiduría, espíritu de fortaleza y de consejo, espíritu de conocimiento y de temor del Altísimo.
4. Y, conforme a esta profecía, el Gran Sacerdote ordenó que todos los hombres de la casa y de la familia de David, aptos para el matrimonio y no casados, llevasen cada uno su vara al altar, y que debía ser confiada y casada la virgen con aquel cuya vara produjera flores, y en la extremidad de cuya vara reposase el espíritu del Señor en forma de paloma.

VIII – RECAE EN JOSÉ LA ELECCIÓN DE ESPOSO PARA LA VIRGEN

1. Y había, entre otros, un hombre de la casa y de la familia de David, llamado José y ya avanzado en edad. Y, al paso que todos fueron ordenadamente a llevar sus varas, él omitió llevar la suya. Y, como nada apareció que correspondiese al oráculo divino, el Gran Sacerdote pensó que había que consultar de nuevo al Señor. El cual respondió que, de todos los que habían sido designados, sólo el que no había llevado su vara, era aquel con quien debía casarse la Virgen. José fue así descubierto. Y, cuando hubo llevado su vara, y en su extremidad reposé una paloma venida del cielo, todos convinieron en que a él le pertenecía el derecho de desposar con María.
2. Y, una vez celebrados los desposorios, se retiró a Bethlehem, su patria, para disponer su casa, y preparar todo lo necesario para las nupcias. Cuanto a María, la Virgen del Señor, volvió a Galilea, a casa de sus padres, con otras siete vírgenes de su edad y educadas con ella, que le había dado el Gran Sacerdote.

IX – REVELACIÓN HECHA POR UN ÁNGEL A LA VIRGEN

1. Y, en aquellos días, es decir, desde los primeros tiempos de su llegada a Galilea, el ángel Gabriel fue enviado a ella por Dios, para anunciarle que concebiría al Señor, y para exponerle la manera y el orden según el cual las cosas pasarían. Y, entrando en su casa, inundando con gran luz la habitación en que se encontraba, y saludándola muy graciosamente, le dijo: Salve María, virgen muy agradable a Dios, virgen llena de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres, bendita eres por encima de todos los hombres que hasta el presente han nacido.
2. Y María, que conocía ya bien las fisonomías angélicas, y que estaba habituada a recibir la luz celeste, no se amedrentó ante la visión del enviado divino, ni quedó estupefacta ante aquella luz. Únicamente la palabra del ángel la turbó en extremo. Y se puso a reflexionar sobre lo que podía significar una salutación tan insólita, sobre lo que presagiaba, sobre el fin que tenía. Y el ángel divinamente inspirado previno estas dudas, diciéndole: No temas, María, que mi salutación oculte algo contrario a tu castidad. Has encontrado gracia ante el Señor, por haber escogido el camino de la pureza, y, permaneciendo virgen, concebirás sin pecado, y parirás un hijo.
3. Y él será grande, porque dominará de un mar a otro, y hasta las extremidades de la tierra. Y será llamado hijo del Altísimo, porque, naciendo en la humildad, reinará en las alturas de los cielos. Y el Señor Dios le dará el trono de David su padre, y prevalecerá eternamente en la casa de Jacob, y su poder no tendrá fin. Es, en efecto, rey de reyes y señor de los señores, y su trono durará por los siglos de los siglos.
4. Y, a estas palabras del ángel, la Virgen, no por incredulidad, sino por no saber la manera como el misterio se cumpliría, repuso: ¿Cómo eso ha de ocurrir? Puesto que, según mi voto, no conozco varón, ¿cómo podré dar a luz, a pesar de ello? Y el ángel le dijo: No pienses, María, que concebirás al modo humano. Sin unión con hombre alguno, virgen concebirás, virgen parirás, virgen amamantarás. Porque el Espíritu Santo descenderá sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra contra todos los ardores de la pasión. El que de ti saldrá, por cuanto ha de nacer sin pecado, será el único santo y el único merecedor del nombre de hijo de Dios. Entonces, María, con las manos extendidas y los ojos elevados al cielo, dijo: He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra.
5. Sería quizá demasiado largo, y para muchos enojoso, insertar en este opúsculo todos los sucesos que, conforme a nuestros textos, precedieron y siguieron a la natividad de Nuestro Señor. Omitiendo, pues, lo que está suficientemente referido en el Evangelio, pasemos a la narración de lo que allí aparece menos detallado.

X – REVELACIÓN HECHA POR UN ÁNGEL A JOSÉ

1. Habiendo ido José de Judea a Galilea, tenía la intención de tomar por esposa a la virgen que le había sido confiada. Porque, desde el día de los desposorios, habían transcurrido ya tres meses, y había comenzado el cuarto. Y, en el intervalo, el vientre de la Virgen se había hinchado, hasta el punto de manifestar su embarazo, cosa que no pudo escapar a José, quien, según la costumbre de los desposados, entraba más libremente a ver a María, y conversaba más familiarmente con ella, por lo que descubrió su estado. Y comenzó a agitarse y a turbarse, ignorando lo que le sería preferible hacer. Como hombre justo, no quería entregarla, y, como hombre piadoso, no quería infamarla, haciendo recaer sobre ella sospecha de fornicación. Pensó, pues, en disolver secretamente su matrimonio, y en devolverla secretamente.
2. Y, estando en estas cavilaciones, he aquí que un ángel del Señor le apareció en sueños, y le dijo: José, hijo de David, no temas, ni imagines que hay en la virgen nada de vergonzoso, porque lo que ha nacido en ella, y que hoy angustia tu corazón, no es obra de un hombre, sino del Espíritu Santo. Entre todas las mujeres, sólo ella, permaneciendo virgen, traerá el hijo de Dios al mundo, Y darás a este hijo el nombre de Jesús, es decir, Salvador, porque salvará a su pueblo de sus pecados.
3. Y José, conforme a la orden del ángel, tomó a María por esposa. Más no la conoció, sino que la guardó en castidad. Y, llegado el final del noveno mes del embarazo, José, tomando consigo a la Virgen y a las demás cosas que le eran necesarias, partió para la ciudad de Bethlehem, de donde era oriundo. Y sucedió que, durante su estancia en aquel lugar, sobrevino el tiempo del parto de María, la cual trajo al mundo, como los evangelistas nos han enseñado, a su hijo primogénito, Nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina, con el Padre y con el Espíritu Santo, por todos los siglos de los siglos.
Fuente: Los Evangelios Apócrifos, por Edmundo González Blanco

6 pensamiento sobre “Cumpleaños de la Virgen María

  1. MARIA DE LA PAZ

    feliz cumpleaños Madre Santisima !! gracias Dios por darle la gracia a mi hija Guadalupe haber nacido en este dia tan especial !! hoy ella cumple 8 añitos !

  2. Mónica Cortés Aparicio

    Qué hemoso , tu comentario , María Paz !!!!!!!!!!! . Felíz cumpleaños Madre Santísima ! . Desconocía éste dato . Siempre pensé que era el 8 de septiembre . Ahora , descubro , cuánto cuánto , cuánto tenemos que reaprender ! y redescubrir . Gracias !Vero!!! , por éste documento tan detallado sobre el tema . Qué regalo , hermoso para vos y tu hijita Guadalupe . Felíz cumple !!!!!!!!!!! . Felices 8 añitos con María !!! . Que debe haberte inspirado , en el nombre , a la hora de bautizarla . Por que es otra amorosa advocación Mariana .-

  3. Ofir

    Preciosa la historia tan detallada del cumpleaños de la Santísima Virgen,que nos presenta Vero hoy, si bien la Iglesia lo celebra el 11 de Septiembre. No obstante esta fiesta de hoy de la Dediicación de la Basílica de Santa Maria la Mayor de Roma, está relacionada con esa efemérides de la Virgen. Este mes de Agosto, es pródigo en fiestas dedicadas a la Stma. Virgen, pues aparte del 15 de Agosto la fiesta de su Asuncion gloriosa a los cielos, tenemos el 22 d Agosto, es decir en la octava de dicha fiesta la celebración de la Virgen como Santa Maria Reina.
    Aprovechemos todas estas fiestas dedicadas a Ella, para aumentar nuestro amor y entrega a la Virgen, e imitar sus virtudes al máximo.
    Mi felicitadicion para Maria de la Paz, por el cumpleaños de su hija Guadalupe, yo tengo también una de la misma edad que cumplió recientemente, bueno pero es nieta.
    Felicitar también como no, a Mónica, por su valiosa aportacion a la página, muy digna de considerar.

  4. SEC

    ME PASE CASI TODO EL DIA EN LA CASITA DE EFESO, CERCA DE NUESTRA MADRE SANTISIMA.
    SIN DUDA ERA SU CUMPLE, TERMNO EL DIA CON UNA MISA DONDE SE FESTEJO SU CUMPLE Y A NUESTRA SEÑORA DE LAS NIEVES.INOLVIDABLE¡¡¡¡¡ELLA QUE ES NUESTRA GRAN INTERCESORA, DEBEMOS AGRADECERLE MUCHO TODO LO QUE HACE POR NOS.

  5. Patricia

    Sorpresa la mia de que nuestra queridisima Virgen Maria haya nacido el 05 de Agosto, la misma fecha de nacimiento de mi hija Valeria Maria, que su concepcion fue tambien un milagro!
    Gracias Virgencita por el Regalazo que me has dado!

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