La alegría
No te abandones a la tristeza,
ni te atormentes con tus pensamientos.
La alegría de corazón es vida para el hombre,
y la felicidad le alarga los días.
Distrae tu alma y consuela tu corazón,
aparta de ti la tristeza;
pues la tristeza ha perdido a muchos,
de ella no se saca ningún provecho.
Envidia y malhumor acortan los días,
las preocupaciones producen vejez prematura.
Un corazón radiante tiene buen apetito,
y le aprovecha todo lo que come.
Eclesiástico 30