Así gritaba ayer el locutor de un canal internacional a Benedicto XVI cuando despedía la ciudad del Vaticano y sobrevolaba Roma en su último adiós.
En ese momento se me hizo un nudo en la garganta y sentí necesidad enorme de rezar por él y de agradecerle tanto.
Dijo el narrador algo que me gustó muchísimo y que me reafirmo en ello:
«Ha levantado la liturgia a los estándares de reverencia»
«Reconocemos en ti a Pedro».
«Reconocemos tu gesto de humildad, amor y sencillez»
«El Espíritu santo te transporta a tu retiro temporal donde vas a esperar el nombramiento de tu sucesor»
«Da un giro a su amada Roma, despidiéndose de forma emblemática de ella»
«Somos católicos, apostólicos, romanos, porque nuestro pontificado es de Roma»
Y nuestro eterno Benedicto para el alma y corazón:
«Seré sólamente un peregrino que utiliza la última etapa de peregrinación en esta tierra»
Fueron momentos muy fuertes, de verdad…Gracias por compartir las cosas que se dijeron y t llegaron al corazón. Q extraño sentimiento tenemos en el alma…Pero Benedicto nos llamó a la esperanza y la confianza…Sigamos orando mucho por él y la Iglesia.
Me adhiero tambien por completo a todas esas expresiones dirigidas al Santa Padre Benedicto XVI, y las corroboro pues ha sido un hombre que con su sabiduria humildad y entrega a llevado el timón de la barca de Pedro para bien de la Iglesia y de todos los católicos del mundo.