La Sagrada Hostia se convirtió en carne, comenzó a sangrar y manchó el corporal, hace 850 años
Entre los diversos milagros Eucarísticos que han ocurrido a lo largo de la historia, hay uno que se destaca frente a los otros; y es el milagro ocurrido en el año 1264 en Orvieto, preciosa ciudad Italiana de la región de Umbría.
Los hechos ocurrieron frente a los ojos del Padre Pedro de Praga quien desde hace un tiempo dudaba de la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía. En aquella ocasión, el sacerdote se encontraba peregrinando a Roma y descansó una noche en Bolsena, cerca de Orvieto, puesto que la población es relativamente cerca de la Ciudad Eterna. Allí, en la Iglesia de Santa Cristina, el sacerdote solicitó celebrar la Santa Eucaristía, con la esperanza de hallar una respuesta a sus dudas.
La mañana siguiente, cuando el Padre de Praga consagraba el Pan y el Vino se hizo palpable el gran misterio de la transustanciación del Cuerpo y la Sangre de Cristo, cuando la Sagrada Hostia se convirtió en carne, comenzó a sangrar y manchó el corporal.
Atónito por lo sucedido, muy pronto el sacerdote comunicó el prodigio divino al Papa Urbano IV, quien por entonces se encontraba en Orvieto, quien inmediatamente solicitó la hostia y el corporal para verificar lo ocurrido. Al ver el milagro, el propio Pontífice se arrodilló frente al corporal y luego lo mostró a toda la población.
Precisamente por esta manifestación sobrenatural, el Papa Urbano IV, a través de la Bula ‘Transiturus’, instituyó muy pronto la Solemnidad del Corpus Cristi, festividad que ocurre el jueves posterior a la solemnidad de la Santísima Trinidad. Fue precisamente este pontífice quien solicitó a Santo Tomás de Aquino preparar el Oficio Litúrgico para la conmemoración en honor al Cuerpo y la Sangre de Cristo.
En la actualidad la Catedral de Orvieto es la encargada de custodiar el corporal en el cual ocurrió el milagro. Esta santa reliquia hoy es posible apreciarse en una capilla edificada en homenaje al gran milagro Eucarístico. Corporal que cada año, durante la fiesta del Corpus Cristi, sale en procesión por las calles de la población italiana y preside las celebraciones Eucarísticas que tienen lugar en la Catedral.
Artículo originalmente publicado por Gaudium Press
Celebremos esta solemnidad del Corpus Christi, viviendo nuestra Fe en Jesús Sacramentado como Vida eterna e infinita, y como alimento de nuestra vida, como Pan vivo y vivificante.