San Raul
Su nombre significa: «Consejero valiente».
Fue un monje muy fervoroso enviado por San Bernardo en el año 1132 a fundar el famoso monasterio del Valle de las Celdas, al norte de Francia, en Cambray. Allí estuvo de superior por veinte años y con sus monjes se dedicó a la oración, a la lectura de los libros sagrados y a enseñar a los campesinos a cultivar técnicamente los campos.
Recomendaba que las oraciones que más debemos repetir cada día son: Miserere: o sea Señor ten piedad, perdón Señor que soy un pecador. Y Aleluya, Tedeum: o sea: Gracias a Dios. Bendito sea Dios.
Santa Emma, de Inglaterra. Año 1300.
Emma significa: mujer fuerte.
Santa Emma era esposa de Ricardo «Sin miedo», jefe de Normandía. Fue madre del rey San Eduardo, al cual supo formar muy bien en cuanto a creencias religiosas y moralidad. Santa Emma fue sumamente generosa en repartir ayudas a los pobres.
De ella pudo decir su santo hijo: «La única tristeza que nos produjo en toda su vida, fue haberse muerto». Por muchos siglos se ha conservado intacta la mano derecha de Santa Emma, la mano con la cual repartió tantas limosnas a los pobres.
Santa Alicia
Alicia significa: «de buena familia».
Santa Alicia nació en el año 400 y desde los veinte años, hasta su muerte, se dedicaba a asistir enfermos y ayudarles a soportar con paciencia y por amor a Dios todos sus dolores en un hospital de París. Su más grande deseo era obtener que Cristo le dijera en el día del Juicio aquello que El prometió que les dirá a los que atienden bien a los enfermos: «Estuve enfermo y me atendiste y me ayudaste. Todo el bien que le hiciste a cada uno de estos humildes, fue a Mí mismo a quien lo hiciste. Venid al reino preparado por mi Padre desde el principio de los siglos» (S. Mateo 25,40).
Muy interesantes las breves referencias de estos tres santos, siendo bastante conocidos los nombres de Raul y Alicia.