Natividad de San Juan Bautista. (s. I d.J.C.) Con el de la Virgen y el de Jesús, el nacimiento de San Juan Bautista es de los tres únicos que celebra la Iglesia: el de María por haber sido creada inmaculada, y el de San Juan por haber sido santificado en el seno de su madre Santa Isabel, cuando ésta recibió la visita de María, su prima. Toda su vida fue digna de tales comienzos. «Entre los nacidos de mujer, nadie hay mayor que Juan el Bautista», dijo una vez Jesús. Juan tuvo la misión de preparar el camino al Salvador, anunciando la llegada inminente del Mesías. Fue así el último de los profetas del Antiguo Testamento, y la Iglesia lo considera el más grande de los santos después de la Virgen María. Contemporáneo de Jesús, es considerado por la tradición cristiana como el precursor del Mesías. El cariz de su predicación inquietó a las autoridades. Herodes Antipas, por su parte, se vio afectado en su vida privada por las exigencias morales del profeta; temiendo una revuelta popular, mandó detenerlo. Juan fue decapitado en la cárcel el año 28 d.J.C.