Las esperas
Vive intensamente.
Saber disfrutar lo q tenemos.
Atesora cada momento de tu vida.
El mejor momento para la felicidad es éste; si no es ahora..cuándo?
En Malta.
Allí estaba su reliquia. También estuve en la gruta donde vivió meses.
No conocío a Jesús..esto me impactó..hasta que le escuchó..y dio su vida por El.
Martirologio Romano: Fiesta de la Conversión de san Pablo, apóstol. Viajando hacia Damasco, cuando aún maquinaba amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, el mismo Jesús glorioso se le reveló en el camino, eligiéndole para que, lleno del Espíritu Santo, anunciase el Evangelio de la salvación a los gentiles. Sufrió muchas dificultades a causa del nombre de Cristo.
Pablo, llamado Saulo en el uso y rigor judío, afirmaba con vehemencia que el Evangelio que predicaba no lo había aprendido o recibido de los hombres.
Perteneció a la casta de los fariseos. Había nacido en Tarso, ciudad que pertenecía al mundo grecorromano; quien nacía allí tenía la categoría de ciudadano romano y lo era tanto como el centurión, el procurador, el tribuno o magistrado. Necesariamente, por ser judío no le cupo más suerte en la niñez que andar disimulando su condición entre los demás del pueblo, ocultando su creencia, tenida como superstición por los paganos romanos. Es posible que esto le fuera encendiendo por dentro y le afirmara aún más en su fe, cuando iba creciendo en edad y tenía que defenderse marchando contra corriente.
Era más bien bajo, de espaldas anchas y cojeaba algo. Fuerte y macizo como un tronco. Un rictus tenía que le hacía fanático. Conocía los manuscritos viejos escritos con signos que a los griegos y a los romanos les parecían garabatos ininteligibles, pero que encerraban toda la sabiduría y la razón de ser de un pueblo. Listo como un sabio en las escuelas griegas de Tarso, familiarizado con los poetas y filósofos que habían pasado el tiempo escribiendo en tablillas o pensando. Para los griegos solo era un hebreo, miembro de aquellas familias que vivían en un islote social, aislado entre misterios inaccesibles a los de otra raza, uno de los que tenían prohibido el acceso a las clases cultas y dirigentes; era de esos que se hacían despreciables por su puritanismo, por sus rarezas ante los alimentos, su modo de divertirse, de casarse, de entender la vida, de no asistir a los templos ¡un ambiente nada claro!
A los dieciocho años se fue a Jerusalén para aprender cosas del judío verdadero, las de la Ley patria, la razón de las costumbres; ansiaba profundizar en la historia del pueblo y en su culto. Gamaliel lo informó bien por unos cuartos. Aprendió las cosas yendo a la raíz, no como las decía la gente poco culta del pueblo sencillo y llano. Supo más y mejor del poder del Dios único; aprendió a darle honra y alabanza en el mayor de los respetos y malamente soportaba con su pueblo el presente dominio del imponente invasor. Esto le ponía furioso. Los profetas daban pistas para un resurgimiento y los salmos cantaban la victoria de Dios sobre otros pueblos y culturas muy importantes que en otro tiempo subyugaron a los judíos y ya desaparecieron a pesar de su altivez; igual pasaría con los dominadores actuales. El Libertador no podría tardar. Mientras tanto, era preciso mantener la idiosincrasia del pueblo a cualquier costa y no ser como los herodianos, para que la esperanza hiciera posible su supervivencia como nación. No se podía dejar que un ápice lo apartara de la fidelidad a las costumbres patrias. Eso le hizo celoso.
Y mira por donde, aquella herejía estaba estropeando todo lo que necesitaba el pueblo. Locos estaban adorando a un hombre y crucificado. No se podía permitir que entre los suyos se ampliara el círculo de los disidentes. Había que hacer algo. No pasaban, sino que las noticias decían que estaban por todas partes como si se diera una metástasis generalizada de un cáncer nacional. Hacía años que ya estuvo, colaborando como pudo, en la lapidación de uno de aquellos visionarios listos, serviciales, piadosos y caritativos pero que hacían mucho daño al alto estamento oficial judío; fue cuando lo apedrearon por blasfemo a las afueras de Jerusalén, y lastimosamente él sólo pudo guardar los mantos de los que lo lapidaron. Hasta le parecía recordar aún su nombre: Esteban.
Su conversión fue en un día insospechado. Nada propiciaba aquel cambio. Precisamente llevaba cartas de recomendación de los judíos de Jerusalén para los de Damasco; quería poner entre rejas a los cristianos que encontrara. Hasta allí se extendía la autoridad de los sumos sacerdotes y principales fariseos; como eran costumbres de religión, los romanos las reconocían sin hacerles ascos. Saulo guiaba una comitiva no guerrera pero sí muy activa, casi furiosa, impaciente por cumplir bien una misión que suponían agradable a Dios y purga necesaria para la estabilidad de los judíos y para proteger la pureza de las tradiciones que recibieron los padres. Aquello parecía la avanzada de un ejército en orden de batalla, con el repiqueteo de las herraduras en las pezuñas de las monturas sobre el duro suelo de roca ante Damasco donde caracoleaban los caballos. Llevaban ya varios días de caminata; se daban por bien empleados si la gestión terminaba con éxito. Iba Saulo «respirando amenazas de muerte contra los discípulos del Señor». En su interior había buena dosis de saña.
«Y sucedió que, al llegar cerca de Damasco, de súbito le cercó una luz fulgurante venida del cielo, y cayendo por tierra oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dijo: ¿Quién eres, Señor? Y él: Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Pero levántate, y entra en la ciudad y se te dirá lo que has de hacer. Y los hombres que le acompañaban se habían detenido, mudos de espanto, oyendo la voz, pero sin ver a nadie. Se levantó Saulo del suelo y , abiertos los ojos, nada veía. Y llevándole de la mano lo introdujeron en Damasco, y estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió» (Act. 9, 3-9).
Tres días para rumiar su derrota y hacerse cargo en su interior de lo que había pasado. Y luego, el bautismo. Un cambio de vida, cambio de obras, cambio de pensamiento, de ideales y proyectos. Su carácter apasionado tomará el rumbo ahora marcado sin trabas humanas posibles _su rendición fue sin condiciones_ y con el afán de llevar a su pueblo primero y al mundo entero luego la alegría del amor de Dios manifestado en Cristo.
El relato es del historiador Lucas, buen conocedor de su oficio. Se lo había oído veces y veces al mismo protagonista. No hay duda. Vió él mismo al resucitado; y lo dirá más veces, y muy en serio a los de Corinto. Por ello fue capaz de sufrir naufragios en el mar y persecuciones en la tierra, y azotes, y hambre y cárcel y humillaciones y críticas, y juicios y muerte de espada; por ello hizo viajes por todo el imperio, recorriéndolo de extremo a extremo. Y no creas que se lamentaba; le ilusionaba hacerlo porque sabía que en él era mandato más que ruego; el dolor y sufrimiento más bien los tuvo como credenciales y las heridas de su cuerpo las pensaba como garantía de la victoria final en fidelidad ansiada.
Entre tantas conversiones del santoral, la de Pablo es ejemplar, paradigmática. Más se palpa en ella la acción divina que el esfuerzo humano; además, enseña las insospechadas consecuencias que trae consigo una mudanza radical.
Hace meses pedimos en palpita la vida por la salud Agustín y hoy hace un mes que falleció.
Hoy encomendamos a los seres queridos que nos dejaron , para que puedan disfrutar de la Gloria eterna.
Les pedimos que intercedan ante Dios por los que lo necesitan, por todos que lo necesitamos; por los que están enfermos y luchan; por todos los que conocemos y sabemos que necesitan de tu amor Señor +
ESPIRITUALES :
Enseñar al que no sabe.
Dar buen consejo al que lo necesita.
Corregir al que yerra.
Perdonar las injurias.
Consolar al triste.
Sufrir con paciencia los defectos del prójimo.
Rogar a Dios por los vivos y difuntos.
CORPORALES :
Visitar y cuidar a los enfermos.
Dar de comer al hambriento.
Dar de beber al sediento.
Dar posada al peregrino.
Vestir al desnudo.
Redimir al cautivo.
Enterrar a los muertos.
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Se abre la posibilidad que no se sepa el resultado de la comisión sobre las apariciones de Medjugorje [2013-01-15]
Publicado por admin en enero 13, 2013 (21:04) En la medida que se acerca el tiempo en que la comisión vaticana que estudia las apariciones de Medjugorje deba expedirse, comienzan las dudas sobre si realmente saldrá a la luz pública lo que halló.
La propia cabeza de la comisión, el cardenal Camillo Ruini ha sembrado esta duda, ya que declaró que la comisión dará su informe a la Congregación para la Doctrina de la Fe y ellos decidirán qué hacer, incluso si involucran al Papa en el tema o no, y si dar algún comunicado público o no.
Ante esto el escritor Saverio Gaeta considera que puede estarse preparando el escenario para no publicar la información final, pero de cualquier forma opina que habrá filtraciones y que el público sabrá lo que se encontró, pero él estima que es un deber que se hagan públicas las conclusiones.
Esta situación consideramos que es más bien absurda, porque el objetivo central del nombramiento de la comisión fue parar la declaración de que los hechos que ocurren en Medjugorje no son sobrenaturales, que estaba preparando el obispo de Mostar; y eso se logró plenamente.
Pero por otro lado, todos sabían que el Vaticano no podía dar una sentencia definitiva mientras las apariciones estuvieran en curso, y tampoco tenía espacio político para declarar que no eran sobrenaturales, por los frutos que ha dado en estos más de 30 años y por la gran cantidad de fieles y sacerdotes que la apoyan.
Por lo tanto, es irreal esperar que surja algo contundente de la Comisión, la Congregación para la Doctrina de la Fe o el propio Papa; a lo sumo podrá surgir un nuevo status jurídico o de dependencia de Medjugorje, y se aprobará un sistema formal de seguimiento, ya que sería ingenuo pensar que la iglesia no hubiera tenido en estos años un sistema de seguimiento informal de la mayor expresión de religiosidad católica que hoy existe en el mundo.
Vayamos al informe de Medjugorje Today:
Exactamente lo que la actual Comisión Vaticano ha encontrado y llegó a la conclusión, en lo que pronto serán tres años de trabajo en Medjugorje, puede no darse a conocer al público en general. Y si sus conclusiones deben darse a conocer no le corresponde hacerlo ni decidirlo a la propia Comisión, según dichos del Cardenal Camillo Ruini.
“Va a tomar un poco más tiempo, no mucho, espero. Pero, no es una cosa inmediata. Somos una comisión de consultoría, ofrecemos nuestra opinión y lo pasamos a la Congregación para la Doctrina de la Fe. Ellos son los que van a decidir o no publicar un comunicado”, dijo el presidente de la Comisión cardenal Camillo Ruini a Rome Reports.
Saverio Gaeta, un periodista italiano de investigación y autor de libros sobre Medjugorje, se siente seguro de que no habrá una declaración pública, pero que el público probablemente pueda llegar a conocer las conclusiones de la Comisión de todos modos. Gaeta además dice que el caso puede ser resuelto sin la participación del Papa Benedicto XVI, y anunció que la Comisión se desvía de lo que ha sido la expectativa general por la cual la Comisión se formó:
El Papa Benedicto XVI formó la Comisión Medjugorje, el cardenal Camillo Ruini la está liderando. Pero ninguna de sus voces en última instancia, pueden llegar a ser escuchadas.
El autor italiano de libros de Medjugorje sorprendentemente dice:
“No va a haber una declaración pública, ya que no es obligación de la comisión decir nada al público. La función de la comisión es dar una explicación razonable a la Congregación para la Doctrina de la Fe, que no se publicará oficialmente, sin embargo, es probable que “se filtre”. Sin embargo, la motivación de la comisión es la de formar una opinión y pasarlo a la Congregación para la Doctrina de la Fe. Ellos a continuación la evaluarán y decidirán si involucrar al Papa”, dice Saverio Gaeta.
Él se desvía de los informes procedentes de Croacia y Roma en los últimos meses, que esperan que la Comisión del Vaticano permanezca indecisa en la cuestión de la autenticidad de las apariciones por el momento, ya que los videntes dicen que está todavía en curso. Gaeta dice que la Comisión está obligada a declarar si cree que las apariciones son auténticas o no:
“Ellos están obligados a tener una mayor precisión. Ellos sienten el peso de dicha petición, que vino directamente del Papa. Así que ellos deben profundizar en su comprensión de estas supuestas apariciones tanto como sea posible, y encontrar una manera de analizar, desde un punto de vista pastoral, todo lo que está ocurriendo allí“, dice.
Fuentes: Medjugorje Today


