3 pensamiento sobre “Vocaciones , por favor ¡¡

  1. Ofvir

    Si tenemos que rezar mucho por las vocaciones religiosas y sacerdotales, la Iglesia las necesita mucho y por desgracia salen muy pocas.

  2. mercedes

    Mi hijito Marcelo, de 4 años, dice que quiere ser sacerdote desde hace bastantes meses….Un día les dije que había que hacían falta muchos sacerdotes santos y que teníamos que rezar por eso y él, como para tranquilizarme, me dijo «yo voy a ser sacerdote, mamá». Hoy me ha dicho «¿sabes qué voy a hacer cuando me muera y llegue al cielo? …¿qué?…¡¡pues allí también voy a ser sacerdote!!Para siempre…»

    ¿Qué os parece,Vero? Os pido oraciones por él…

    Recemos para que Dios suscite sacerdotes y vocaciones religiosas santas en todas las familias cristianas, en nuestras propias familias, entre nuestros hijos, sobrinos, nietos…

    En un pueblo de Italia, Lu Monferrato, muchas madres se pusieron de acuerdo para rezar por esta intención y lograron ¡323 vocaciones a la vida consagrada y 152 de ellas, sacerdotes!
    «A partir de 1881 en Lu se desencadenó una discreta acción promovida por las madres de familia. Como en muchas regiones del planeta, habitadas por buenas mujeres cristianas, las señoras de esta comunidad mantenían en su corazón un hondo anhelo: querían ver a algunos de sus hijos ordenados sacerdotes o a unas de sus hijas comprometerse totalmente al servicio del Señor.

    Con ese deseo en el interior se dirigían, al principio cada una por separado, a la iglesia del lugar para comunicarse con el Señor y manifestarle el anhelo que alimentaban. Pronto, este hondo deseo pasó del corazón a la palabra. Se hicieron confidencias y, al poco tiempo, descubrieron con alegría que era grande el número de madres que coincidían en esa esperanza.

    Así, bajo la dirección del cura párroco del lugar, el padre Alessandro Canora, las señoras comenzaron a reunirse todos los martes para la adoración del Santísimo Sacramento y para seguir rezando por las vocaciones. Todos los primeros domingos del mes recibían la Comunión con esta intención. Después de la Misa las madres rezaban juntas para pedir vocaciones sacerdotales. »

    La oración que las madres de familia recitaban en Lu era breve, simple y profunda:

    «¡Señor, haz que uno de mis hijos llegue a ser sacerdote! Yo misma quiero vivir como buena cristiana y quiero conducir a mis hijos hacia el bien para obtener la gracia de poder ofrecerte, Señor, un sacerdote santo. Amén».

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