Pues no podía ser de otra forma, ya que estamos ante la presencia del mismo Jesús, Dios y Hombre verdadero, al que podemos adorar, y expornerle los sentimientos de nuestro corazón directsmente y en diálogo con El,en esos momentos la alegria y el gozo que sentimos puede ser inmenso,y todas las horas que podamos invertir serán de una mázima rentabilidad espiritual para nuestra alma.
Pues no podía ser de otra forma, ya que estamos ante la presencia del mismo Jesús, Dios y Hombre verdadero, al que podemos adorar, y expornerle los sentimientos de nuestro corazón directsmente y en diálogo con El,en esos momentos la alegria y el gozo que sentimos puede ser inmenso,y todas las horas que podamos invertir serán de una mázima rentabilidad espiritual para nuestra alma.