Un hombre le preguntó día en plena calle a santa Angela de Merici: ¿Qué consejo me recomienda para comportarme debidamente? Y ella le respondió: «Compórtese cada día como deseara haberse comportado cuando le llegue la hora de morirse y de darle cuenta a Dios».
Sus últimas palabras fueron: «Dios mío, yo te amo».
Que estas sean también las palabras que nosotros digamos no sólo al tiempo de morir, sino muchísimas veces durante toda nuestra vida.
Vivir en la presencia del Señor cada momento de nuestra vida, nos hará salir del corazón expresiones como la de Dios mio yo te amo, y otras similares, hasta el ultimo momento en que le hagamos la entrega de nuestra alma.
Estoy de acuerdo con Ofir, cuando vivimos unidos al Señor nos sale del corazón de forma expontanea ,Dios mio te amo eres todo para mil