Ayer visité esta magnífica exposición con obras traídas de todo el mundo.
Maravillosa, sublime.
La Virgen protagonista de la mayoría de sus cuadros.
La Inmaculada Concepción realizada en 1613 durante su último período toledano.
Era una de las imágenes predilectas del arte de la Contrarreforma, a la que servía El Greco. La Virgen María se sitúa en el centro del lienzo, acompañada por ángeles, querubines y la paloma del Espíritu Santo. A sus pies se encuentran varios símbolos marianos, como la luna. San Juan Evangelista está presente en esta obra, es una figura de gran naturalidad. La belleza del rostro de la Virgen contrasta con el gesto sereno y un poco adusto del apóstol.
Preciosa esta pintura de El Creco, dedicado a la Inmaculada, este es un gran pintor que dedicó sus principales cuadros a motivos religiosos y especialmente marianos.
Creo miuy interesante el texto que sobre el mismo apareció en la revista Ave María, dice asi:
» Toledo conmemora este año, con todo fausto, el cuarto centenario de la muerte del insigne pintor , toleldano por adopción, Domenjicos Theotocópoulos, conocido como El Greco. Nacido en la isla griega de Creta, en 1541, el Greco falleció en Toledo el 7 de Abril de 1614 y fue enterrado en la iglesia de Santo Domingo el Antiguo.
El Greco se formó en su isla natal como pintor de iconos.Se trasladó a Venecia adonde conoció la obra de Tiziano y Tintoretto, artistas que, junto con Miguel Angel , fueron los que mas influyeron en su pintura, en su primera etapa.
A partir de 1570, tras una estancia de siete años en Roma, el Greco se trasladó a Toledo por invitación del canónigo Diego de Castilla, quien le encargó un retablo para la iglesia de Santo Domingo el Antiguo.
Se conocen algunas de sus creaciones anteriores a su llegada a España, lo cual permite afirmar que El Greco creó su peculiar estudio después de su establecimiento en Toledo, seguramente influido por el fervoroso ambiente religioso de la ciudad. Sus figuras alargadas, pintadas con pincelada fluida, parecen criaturas inmateriales, carentes de solidez física e imbuidas de una intensa espiritualidad. A ello hay que añadir su paleta originalísima, de colores fríos, que consigue efectos sorprendentes con los rojos, los azules, y en particular los blancos,de una extraordinaria intensidad y nitidez.
El Greco es la primera figura de proyección universal de la pintura española y uno de los grandes genios de la historia del arte. De su grandiosa producción religiosa cabe destacar, El Expolio de Cristo, El Bautismo de Cristo, La Adoración de los pastores y diversos Apóstoles, en los que resulta admirable la expresividad de los rostros y ademanes.
Vemos en la portada una de sus representaciones de la Anunciación realizada en la última etapa de su vida. Todo un despliegue de arte para reflejar el instante inefable en que – dice el Evangelista San Juan- » el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros». Desde aquel Anuncio -el más absolutamente grandioso de los anuncios- María es la Madre de Dios.
Qué maravilla! Gracias Verónica y gracias también a Ofir por su valioso aporte!