Santos Cirilo, monje
Metodio, obispo
(años 869 y 884)
Eran dos hermanos. En el mundo se llamaban Constanino y Miguel. Al entrar de religiosos les pusieron sus nuevos nombres.
Son los dos grandes apóstoles de los países esclavos (países de gentes de cabellos rubios y ojos claros, que están en
el centro de Europa. Por ejemplo: Yugoslavia, Checoslovaquia, Bulgaria, Servia, Croacia, etc.)
Nacieron en Tesalónica, una ciudad de Macedonia, en Grecia. Su padre era empleado importante del gobierno. En su ciudad se hablaban varios idiomas, y entre ellos el eslavo. Fueron siete hermanos. Metodio era el mayor y Cirilo el menor de todos.
Cirilo llegó a ser un gran profesor de filosofía en Constantinopla, y Metodio fue nombrado gobernador. Pero ambos se desilusionaron de lo mundano y se hicieron religiosos en un convento.
El emperador de Constantinopla los envió de misioneros de los eslavos (Yugoslavia, Checoslovaquia, Bulgaria, Croacia) y ellos descubrieron allá que el mejor método para evangelizar a esas gentes era celebrarles las ceremonias religiosas en el propio idioma de esos pueblos (y no en latín o en griego como se acostumbraba en esos tiempos). Cirilo inventó un alfabeto propio para esas gentes (que no tenían escritura propia) y tuvieron enorme aceptación su predicación y sus ceremonias religiosas.
Los alemanes se les opusieron fuertemente a que emplearan el idioma eslavo y los acusaron en Roma. Los dos santos misioneros se dirigieron allá a dar explicaciones. Se encontraron los restos del Papa San Clemente Primero, y los llevaron a Roma y esto hizo que les hicieran allí un enorme recibimiento. El Sumo Pontífice les oyó explicar por que empleaban el idioma eslavo en las ceremonias religiosas y aprobó todo lo que habían hecho y les concedió plenos poderes para seguir predicando.
San Cirilo se había enfermado por tanto trabajar y predicar en climas muy fuertes, y murió en Roma el 14 de febrero del año 869. El Santo Padre ordenó que le hicieran un entierro solemnísimo y que lo sepultaran junto a los restos del Papa San Clemente.
Como en los países eslavos se necesitan muchos sacerdotes y allá no había obispos que los ordenaran, el Papa consagró obispo a San Metodio y le concedió plenos poderes para ir a predicar en aquellas regiones.
Pero al volver a su campo de apostolado, se encontró Metodio con que los envidiosos le pusieron muchas trampas, y al fin lo secuestraron y lo tuvieron dos años preso en una oscura prisión. Pero al fin lo supo el Sumo Pontífice, el cual dio un decreto diciendo que si no dejaban libre al obispo Metodio quedaban excomulgados y fuera de la Iglesia Católica los que lo tenían preso y secuestrado. Y así obtuvo de nuevo su libertad y siguió predicando y evangelizando incansablemente.
A San Cirilo y Metodio se debe en gran parte que los países de Checoslovaquia, Eslovenia y Croacia se hayan mantenido católicos y no se hayan pasado a otra religión como la ortodoxa griega. En esos países son muy estimados porque les dieron un alfabeto y un modo de escribir que aún conservan y que ha producido grandes escritores y literatos.
Otro de los grandes méritos de estos dos santos fue el haber llevado al pueblo eslavo la Santa Biblia en el idioma de aquellos países. Esto, aunque les trajo muchas persecuciones, sin embargo hizo que las gentes lograran leer y entender el Libro Sagrado.
¡Por nuestro país y por los países eslavos para que se conserven siempre fieles a la religión católica, por todos los siglos: San Metodio y San Cirilo, rogad por nosotros!
Los que enseñen a otros a ser santos, brillarán como estrellas por toda la eternidad (S. Biblia. Prof. Daniel)
Estos dos grandes santos, hermanos, dedicaron su esfuerzo y trabajo en propagar la fe en los países eslavos, consiguiendo que la evangelización llegara a esos países. Por este motivo fueeon también declarados coopatronos de Europa