Mensaje de la Virgen en Borj in-Nadur el 3 Febrero 2010

windowslivewriterseaparecelavirgenenmalta(246) Mensaje del 3 de Febrero de 2010, dado en Borg in-Nadur:

Mis queridos hijos, hijos míos de mi corazón.
Lo siguiente es para el padre Hayden, y el padre David para que lo transmitan a la gente.

Hijos míos, acuérdense de que yo soy la Madre de la Iglesia. Yo soy la reina. Yo soy la reina y yo soy su sierva.

Hijos míos, mi Hijo Jesús, me sigue enviando a esta isla por su bien. Ciertamente hijos míos, mi Hijo Jesús les ama y quiere darles la oportunidad de convertirse y de que vuelvan a abrazarle. Es por eso por lo que deliberadamente me envía aquí con este fin.

El me está enviando a caminar por sus calles. Tengo ampollas en las plantas de los pies por causa de ustedes. Ciertamente que algunos toman nota, pero otros no.

Aquellos que están experimentando una conversión progresiva que sigan adelante y que no pierdan los ánimos, porque yo les bendeciré. Pero no permitan que el diablo les confunda y les acose por medio de su pasado. Si ustedes se propusieron caminar por este largo caminar, perseveren, cueste lo que cueste.

Continúen conservando esta gracia que les ha acontecido, hijos míos. Dénsela a otros también, y denle la debida importancia en su vida, ya que es una ocasión de conversión para su vida.

Ciertamente también quiero que se preparen, hijos míos, para aquellos días, que se acercan hacia ustedes furtivamente: ruidos en la distancia, oscuridad por todas partes y temblores de tierra.
Prepárense, hijos míos, prepararse mediante el ayuno, la oración, la penitencia y los sacrificios, de forma que estos acontecimientos se mantengan lejos y distantes de ustedes.

No tengan miedo de decirle a los demás lo que les estoy diciendo a ustedes esta noche. Proclamen estos mensajes abiertamente. Otros transmiten lo que es malo a través de los medios de comunicación, ellos los utilizan para hacer su propaganda, ¿Por qué tienen miedo de actuar como ellos, ¿ Tienen miedo de proclamar estos mensajes? ¿Por que tienen miedo de tomar una decisión sobre lo que está sucediendo? ¿Por qué? ¿Por qué ocultar lo que está sucediendo, o bien tratar de encubrirlo?

¡ Porque si lo exponen después , será demaseado tarde ¡
Expónganlo desde el principio, y no cuando sea demasiado tarde
Esta es una advertencia para ustedes, a fin de que se preparen.

Hijos míos, esas cosas no ocurren porque sean queridas por mi Hijo Jesús, sino que son consecuencia de vuestras propias obras. Ustedes son conscientes de lo que sucedió en otros países. De hecho, hijos míos, es por eso por lo que mi Hijo Jesús me envía aquí: porque quiere que ustedes se conviertan y quiere que la Iglesia también se convierta.

Hijos míos, mi Hijo Jesús y yo les queremos mucho, y El continuará enviandome por su bien. .

¡Gracias por haber respondido a mi llamada.

P246) Message of 3rd February, 2010, given at Borg in-Nadur.

My dear children, and my children – the ones of my heart! The following is for Fr Hayden and Fr David to pass on to the people.

My children, bring to mind that I am the Mother of the Church. I am Queen. I am Queen and I am your servant.

My children, my Son Jesus continues to send me to this island for your sake. Indeed, my children, my Son Jesus loves you and wants to give you the opportunity to be converted and to return to his embrace. He is purposely sending me here to this end. He is sending me to walk along your streets. I am blistering the soles of my feet because of you. Some are taking note, yes, and others are not.

Those who are undergoing gradual conversion are to go ahead and are not to lose heart, for I will bless them. But they are not to allow the devil to muddle them up and to harass them by means of their past. If you have set out on the long road, persevere, whatever the cost.

Continue to cherish this grace that has befallen you, my children. Pass it on to others as well, and give it due importance in your life, since it is an occasion for conversion within your life.

Indeed, I also wish to prepare you, my children, for those days that will steal upon you: noises from the distance, darkness on every side and tremors of the ground. Prepare yourselves, my children, prepare yourselves by means of fasting, prayer, penance and sacrifices, so that such happenings will remain far off and distance themselves from you.

Do not be afraid to tell others of what I am telling you tonight. Proclaim these messages in the open. Others transmit what is evil by means of the media, and use it for the sake of propaganda. Why are you afraid of being like them, and fear proclaiming these messages? Why are you afraid of taking a decision on what is happening? Why? Why do you hide what is happening, or else try to cover it over?
For, after exposing it, it will be too late! Expose them from the start, and not when it is too late. This is a warning for you, so as to prepare yourselves.

My children, such things occur not because they are willed by my Son Jesus, but are of your own doing.
You are aware of what happened in other countries.
Indeed, my children, this is why my Son Jesus is sending me here: because he wants you to be converted and wants the Church to be converted as well. My children, my Son Jesus and I love you greatly, and he will continue to send me for your sake.

Thank you for having listened to my call.

Santificar el descanso

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— Cansancio de Jesús. Contemplar su Santa Humanidad.
— Nuestro cansancio no es en vano. Aprender a santificarlo.
— Deber de descansar. Hacerlo para servir mejor a Dios y a los demás.
I. Los Apóstoles volvieron a reunirse con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco1. Son palabras del Evangelio de la Misa, que nos muestran la solicitud de Jesús por los suyos. Los Apóstoles, después de una intensa misión apostólica, sienten el natural cansancio y el desgaste de las fuerzas. El Señor se da cuenta enseguida y cuida de ellos: Se fueron en una barca a un sitio tranquilo y apartado.
En otras ocasiones es Jesús quien se encuentra verdaderamente cansado del camino2 y se sienta junto a un pozo porque no puede dar un paso más. Él sintió algo tan propio de la naturaleza humana como es la fatiga. La experimentó en su trabajo, como nosotros cada día, en los treinta años de vida oculta. En muchas ocasiones, terminaba la jornada extenuado. Los Evangelistas nos narran cómo, durante una tempestad en el lago, el Señor se durmió en un extremo de la barca: había pasado todo el día predicando3; era tan intenso su cansancio que no se despertó a pesar de las olas. No simuló el Señor que estaba dormido para probar a sus discípulos; estaba realmente rendido de fatiga.
En estos momentos de desgaste físico real, Jesucristo está también redimiendo a la humanidad, y su debilidad debe ayudarnos a sobrellevar la nuestra y corredimir con Él. ¡Qué gran consuelo contemplar al Señor agotado! ¡Qué cerca de nosotros está Jesús en esos momentos!
En el cumplimiento de nuestros deberes, al empeñarnos generosamente en la tarea profesional, al gastar sin regateos muchas energías en iniciativas de apostolado y servicio a los demás, es natural que aparezca el cansancio como un compañero casi inseparable. Lejos de quejarnos ante esta realidad común a todos, hemos de aprender a descansar cerca de Dios y ejercitarnos de continuo en esa actitud: «¡Oh, Jesús! —Descanso en Ti»4, podemos decir muchas veces en nuestro interior, buscando en Él nuestro apoyo.
El Señor entiende bien nuestra fatiga porque Él pasó por esas situaciones similares a las nuestras. Nosotros debemos aprender a recuperarnos junto a Él: Venid a mí -nos dice- todos los que andáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré5. Nos aligeramos de nuestra carga cuando unimos nuestro cansancio al de Cristo, ofreciéndolo por la redención de las almas. Nos aliviará cuidar especialmente de la caridad amable con quienes nos rodean, también si en esos momentos nos cuesta un poco más. Y nunca debemos olvidar que el descanso es, a la vez, una situación que hemos de santificar. Esos momentos de distracción no deben ser parcelas aisladas en nuestra vida, ni ocasión de permitir alguna compensación egoísta, de buscarse a sí mismo. El Amor no tiene vacaciones.
II. Jesús se vale también de los momentos en que toma nuevas fuerzas para remover las almas. Mientras descansa junto al pozo de Jacob, una mujer se acercó dispuesta a llenar su cántaro de agua. Esa será la oportunidad que aprovechará el Señor para mover a esta mujer samaritana a un cambio radical de vida6.
También nosotros sabemos que ni siquiera nuestros momentos de fatiga deben pasar en vano. «Solo después de la muerte sabremos a cuántos pecadores les hemos ayudado a salvarse con el ofrecimiento de nuestro cansancio. Solo entonces comprenderemos que nuestra inactividad forzosa y nuestros sufrimientos pueden ser más útiles al prójimo que nuestros servicios efectivos»7. No dejemos nunca de ofrecer esos períodos de postración o de inutilidad por el agotamiento o la enfermedad. Ni en esas circunstancias dejemos tampoco de ayudar a los demás.
El cansancio nos enseña a ser humildes y a vivir mejor la caridad. Advertimos entonces que no lo podemos todo y que necesitamos de los demás; el dejarse ayudar favorece en gran manera la humildad. A la vez, como todos nos encontramos más o menos fatigados, comprendemos mejor el consejo de San Pablo de llevar los unos las cargas de los otros8, entendemos que cualquier ayuda a quienes vemos algo agobiados es siempre una gran manifestación de caridad.
La fatiga es beneficiosa para alentar el desprendimiento de las muchas cosas que nos gustaría hacer y a las que no llegamos por la limitación de nuestras fuerzas. También nos ayuda a crecer en la virtud de la fortaleza y la correspondiente virtud humana de la reciedumbre, pues es un hecho que no siempre nos encontraremos en la plenitud de fuerzas y de salud para trabajar, estudiar, llevar a cabo una gestión dificultosa, etcétera, que sin embargo hemos de hacer. Una parte no pequeña de estas virtudes consiste en acostumbrarnos a trabajar cansados o, al menos, sin encontrarnos físicamente tan bien como nos gustaría estar para desempeñar esas tareas. Si lo hacemos por el Señor, Él las bendice de una manera particular.
El cristiano considera la vida como un bien inmenso, que no le pertenece y que ha de cuidar; hemos de vivir los años que Dios quiera, habiendo dejado realizada la tarea que se nos ha encomendado. Y, en consecuencia, por Dios y por los demás, debemos vivir las normas de prudencia en el cuidado de la propia salud y de la de aquellos que de alguna manera dependen de nosotros. Entre estas normas están «los oportunos descansos para distracción del ánimo y para consolidar la salud del espíritu y del cuerpo»9.
Sujetarse a un horario, dedicar el tiempo conveniente al sueño, dar un paseo periódicamente o hacer una excursión sencilla, son medios que conviene poner, viviendo el orden en nuestra actividad: quizá actuar de otro modo –si una obligación inaplazable no lo impide– revelaría atolondramiento y pereza, más dañina en cuanto que con esa actitud estaríamos poniéndonos voluntariamente en ocasión de que se desmejore la vida interior, cayendo en el activismo, siendo más propensos a perder la serenidad, etc. Una persona ordenada encuentra habitualmente el modo de vivir un prudente descanso, en medio de una actividad exigente y abnegada.
III. Aprendamos a descansar. Y si podemos evitar el agotamiento, no debemos dejar de hacerlo. El Señor quiere que cuidemos de la salud, que sepamos recuperar fuerzas; es parte del quinto mandamiento. El descanso es necesario para restaurar las energías perdidas y para que el trabajo sea más eficaz. Y, sobre todo, para servir mejor a Dios y a los demás.
«Pensad que Dios ama apasionadamente a sus criaturas, y ¿cómo trabajará el burro si no se le da de comer, ni dispone de un tiempo para restaurar las fuerzas, o si se quebranta su vigor con excesivos palos? Tu cuerpo es como un borrico –un borrico fue el trono de Dios en Jerusalén– que te lleva a lomos por las veredas divinas de la tierra: hay que dominarlo para que no se aparte de las sendas de Dios, y animarle para que su trote sea todo lo alegre y brioso que cabe esperar de un jumento»10.
Cuando se está postrado se tiene menos facilidad para hacer las cosas bien, como Dios quiere que las hagamos, y también pueden ser más frecuentes las faltas de caridad, al menos de omisión. San Jerónimo señala con buen humor: «Me enseña la experiencia que cuando el burro va cansado se apoya en todas las esquinas».
Se ha dicho que «el descanso no es no hacer nada: es distraernos en actividades que exigen menos esfuerzo»11; es enriquecimiento interior, ocasión frecuente de un mayor apostolado, de fomentar la amistad, etc. No se confunde el descanso con la pereza.
Nuestra Madre la Iglesia se ha preocupada siempre de la salud física de sus hijos. El Papa Juan Pablo II, comentando el pasaje del Evangelio que nos narra la estancia y el descanso de Jesús en casa de Marta y de María, señalaba que el descanso significa dejar las ocupaciones cotidianas, despegarse de las normales fatigas del día, de la semana y del año. Es importante que no sea «andar en vacío», que no sea solamente un vacío. A veces convendrá –decía el Pontífice– ir al encuentro con la naturaleza, con las montañas, con el mar y con el arbolado. Y por supuesto, siempre será necesario que el descanso se llene de un contenido nuevo, el que da el encuentro con Dios: abrir la vista interior del alma a su presencia en el mundo, abrir el oído interior a su Palabra de verdad12.
Entendemos bien que no pocas personas dedican períodos de descanso laboral a pasatiempos y actividades que no facilitan, y que incluso entorpecen en ocasiones, ese encuentro con Cristo. Lejos de dejarnos arrastrar por un ambiente más o menos extendido, la elección del lugar de vacaciones, el programa de un viaje, la actividad de un fin de semana que tengamos oportunidad de dedicar al descanso debe estar orientada por esta perspectiva: para el descanso nos sirve la misma norma que para el trabajo: amar a Dios y al prójimo. Convendrá evitar estar pendiente de uno mismo, y buscar la unión con el Señor; siempre es tiempo de preocuparse por los demás, de atenderlos, de ayudarles, de interesarnos por sus aficiones. Siempre es tiempo de amar. El Amor no admite espacios en blanco. Jesús descansó por motivos de obediencia a la ley de Moisés, de exigencias familiares, de amistad o de fatiga…, como cualquier persona. Nunca lo hizo por haberse cansado de servir a los demás. Jamás se aisló y se mostró inasequible, como quien dijese: «¡Ahora me toca a mí!». Nunca hemos de movernos por miras egoístas; tampoco a la hora de parar y recuperar fuerzas. En esos momentos también estamos junto a Dios; no es un tiempo pagano, ajeno a la vida interior.
El Señor nos deja en el Evangelio de la Misa una muestra muy particular de amor: preocuparse por la fatiga y la salud de quienes viven a nuestro lado. Y, junto al pozo de Sicar, extenuado, nos dio un formidable ejemplo: no dejó pasar la oportunidad de hacer apostolado, de convertir a la mujer samaritana. Y esto, a pesar de que no había trato entre judíos y samaritanos. Cuando hay amor, ni el agotamiento es excusa para no hacer apostolado.

Lágrimas de sangre

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Nuestra Señora llora lágrimas de sangre. Acabo de volver de Malta y lo he visto con mis ojos y soy testigo de las apariciones Marianas allí.

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(244) Mensaje del 26 de Enero de 2010, dado en Borg en Nadur.

TRABAJEN CONTRA LA INJUSTICIA

Queridos hijos hijos, hijos míos de mi corazón. Este mensaje es para que puedan transmitirlo al mundo el padre Hayden y el padre David.
quiero dar las gracias a las personas españolas e inglesas que han venido aqui esta noche. Espero que esto continúe teniendo lugar, y que no sea la primera y la última vez que ocurra. Lleven a la colina a los enfermos también.

Hijos míos, el mundo entero está lleno de injusticias. Muchos se están haciendo muy muy ricos mientras que otros muchos ponen su esperanza en la piedad que los demás pudieran mostrarles.

Hijos míos ¿por qué viven su vida de esta forma? ¿Por qué son tan malos y tan calculadores cuando se trata de sus hermanos?

¿Por qué no se preocupan de los inmigrantes ilegales?
¿Por qué no se preocupan de los drogadictos?
¿Por qué no se preocupan de las prostitutas?

Hijos míos, otros muchos muchos temas están hiriendo mi corazón y el corazón de mi Hijo Jesús

¿Y qué decir de ustedes mismos cuando se desentienden?
¿Qué hacen ustedes mismos cuando los inocentes cargan con la culpa?
¿Qué dicen cuando una mujer tiene que rechazar los acosos de un hombre que es su jefe en el trabajo? ¿Qué dicen? ¿No son eso injusticias?
Ustedes están haciendo caso omiso a todo esto hijos míos.

Lo que les estoy diciendo esta noche no es concerniente a los que estamos aquí reunidos, pero al menos sean ustedes testigos ante los demás.

Si cambian hijos míos, ciertamente podrá cambiar el mundo junto a ustedes, y especialmente aquellos que estén cerca de ustedes

Por tanto, hijos míos, tomen una decisión esta noche. Ustedes, todos los que están recibiendo este mensaje esta noche, vengan de la mano y trabajen contra la injusticia.

Gracias por haber respondido a mi llamada.

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(240) 27 de Enero de 2010 Mensaje dado en Borg in Nadur ( Malta)

TENGAN MIEDO AL DIVORCIO

Mis queridos hijos, hijos míos de mi corazón. Lo siguiente es para que el padre Hayden y el padre David se lo transmitan a la gente.
Una pareja, casada hace dos meses se separaron. Ahora ambos están cohabitando con otro hombre y otra mujer. Otra pareja que estuvieron casados desde hace dos años hicieron lo mismo. Otra pareja, después de ocho años de matrimonio, hicieron lo mismo.

Hijos míos, ¡Tengan miedo al divorcio!
¡Témanlo!

¿Qué es esto que se dice: «Ya he tenido suficiente» o «ella tuvo suficiente», «Estoy harto de ti» o «estoy harto de ella», «ella ya no me atrae como antes» , «te encuentro repugnante», «Ya no te quiero», «y quiero vivir con otro hombre.»?

Hasta aquí es hasta donde han llegado hijos míos. Algunos de ustedes no se dan cuenta de que están equivocados.
Creen que actúan correctamente. Si una mujer se va con otro hombre, se irá al infierno! Si uno de ellos comete un error, el otro no debe cometer el mismo error también.

Muchos dicen: » ¡a un sacerdote diocesano o religioso se le permite salir ¡ ! Piden la dispensa y la Iglesia se la da !”
Incluso en casos legítimos, o casos muy graves, también dicen: «¿Cuál es la diferencia? ¿No es el mismo vínculo que les unió?»

¡Están Equivocados! El sacerdote diocesano y el sacerdote religioso están unidos por la Iglesia. Es la Iglesia la que les ha unido, pero el matrimonio fue creado por Dios.
Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.

Ustedes lo encuentran en el Antiguo Testamento. Por otra parte, la Iglesia puede liberar al sacerdote diocesano o al sacerdote religioso, desde el celibato. ¡No se pueden comparar hijos míos! Mejor dicho, realmente un error es un error.

Por tanto, han de ser testigos y hacer que la gente crea en lo que están viendo y oyendo.
Nunca tengan miedo de decir la verdad, a cualquier precio.

¡Gracias por haber respondido a mi llamada.

Santa Faustina Kowalska

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La víspera del día de año nuevo, el 31 de diciembre de 1936, Santa Faustina kowalska dijo adiós al año viejo en oración.
Oró diciendo:
“Oh Jesús Misericordioso, Contigo enfrentaré con arrojo y audacia las luchas y batallas.
En Tu nombre cumpliré todo y superaré todo.
Oh Dios mío, bondad infinita, te ruego que Tu Misericordia sin límite me acompañe siempre y en todo”
Durante la oración JESÚS la libró del temor y ella escribió:
“Hay momentos en la vida cuando el alma encuentra alivio solamente en una profunda plegaria. Ojalá las almas puedan perseverar en LA ORACIÓN en aquellos momentos”