Pacto

      No hay comentarios en Pacto

Cuida Tú de mí y yo de Ti.

Lo mío quiero que sea tuyo ; todo lo pongo en tus manos bondadosas: mi alma, salvación eterna, libertad, miserias, mi cuerpo, mi vida, mi salud, mi familia, haberes, negocios, éxitos..y seas Tú el Rey que haga y deshaga a su gusto; yo estaré muy conforme, aunque me cueste, con lo que disponga siempre el Corazón de Jesús , que busca en todo mi bien.

Santa Madre Teresa de Calcuta

      No hay comentarios en Santa Madre Teresa de Calcuta

En la fachada de la Basílica de San Pedro colgaba el domingo un retrato gigante de la misionera, bajo un cielo azul y un sol de verano.

«Proclamamos a la beata Teresa de Calcuta santa y la inscribimos entre los santos, decretando que sea venerada como tal por toda la Iglesia», declaró el papa Francisco bajo fuertes aplausos, pronunciando en latín la frase de canonización ritual al inicio de una misa de dos horas.

Su fiesta en el calendario católico de santos será el 5 de setiembre, día del aniversario de su muerte, en 1997.

El Papa canoniza a la Madre Teresa de Calcuta, la santa de los pobres

El proceso de santificación de la fundador de las Misioneras de la Caridad ha sido uno de los más rápidos que se recuerdan en el Vaticano

Muchos la consideraban santa desde hace tiempo. Pero la pequeña gran mujer albanesa que dedicó su vida a cuidar a los más pobres entre los pobres de la India, ahora lo será oficialmente. Este domingo el Papa Francisco proclamará Santa a la Madre Teresa de Calcuta.La elección de este día para celebrar la canonización de la religiosa no es casualidad. El lunes se cumplen 19 años desde el fallecimiento de la Madre Teresa en la India. La beatificación de la monja albanesa en 2003 por Juan Pablo II reunió en la plaza de San Pedro a más de 300.000 fieles. Y a su canonización las autoridades vaticanas calculan que asistirán cerca de 600.000 personas de todo el mundo. Un proceso de canonización que ha sido uno de los más rápidos que se recuerdan en el Vaticano. Se necesita que la Iglesia reconozca dos milagros auténticos para ser elevado a los altares: con el primero se es nombrado beato; con el segundo, santo. El proceso no puede empezar hasta pasados cinco años del fallecimiento, algo que no sucedió en el caso de la Madre Teresa ya que Juan Pablo II inició el procedimiento de beatificación en 1998, un año después de su muerte. En 2012, la Iglesia le reconoció un primer milagro, lo que permitió proceder a su beatificación un año más tarde y comenzar el proceso de canonización que concluye este domingo.Se trataba de una mujer india, Mónica Besra, que padecía un tumor en los ovarios. La mujer acudió a un centro de las Misioneras de la Caridad, la orden fundada por la Madre Teresa. Éstas le colocaron sobre su estómago una pequeña medalla bendecida por la religiosa y rezaron por la curación de la mujer, pobre y madre de cinco hijos. Al despertar, Besra ya no tenía ningún dolor. El tumor había desparecido, reconocieron los médicos que la trataron. Aunque éstos defendieron que la «milagrosa curación» se debió a que el cáncer, que estaba en una fase de desarrollo precoz, fue tratado con fuerte medicación. Pero tanto para la Iglesia como para Besra, que a día de hoy sigue convencida que en su curación intercedió la religiosa albanesa, se trató de un milagro.Segundo milagroEn 2015, el Vaticano reconoció un segundo milagro a la Madre Teresa. En este caso, según la Iglesia, la religiosa habría intercedido en diciembre de 2008 en la sanación del ingeniero brasileño Marcilio Haddad Andrino, que padecía una grave infección bacteriana en el cerebro. Todo comenzó cuando tenía 35 años y empezó a sentir fuertes dolores de cabeza. «Los médicos no conseguían dar con el tratamiento adecuado», relató Andrino durante el último Encuentro para las Amistades de los Pueblos que organiza Comunión y Liberación en la ciudad italiana de Rimini. Desahuciado por los médicos, y con la mitad de su cuerpo paralizado, el joven ingeniero consiguió cumplir su sueño de pasar por el altar con Fernanda Nascimento Rocha. Tras dos años de sufrimiento, un sacerdote amigo de la pareja les animó a que rezaran pidiendo la intercesión de la Madre Teresa. Más tarde, unos exámenes médicos descubrieron que Marcilio tenía ocho abscesos cerebrales. Tenía que someterse a una operación.«Puse la reliquia de la Beata que nos había regalado el párroco antes de casarnos en la cabeza de mi marido. Y recé», cuenta emocionada su esposa. Cuando el médico entró en la sala operatoria se encontró a Marcilio despierto. «Ya no sentía dolor. No entendía lo que me estaba pasando», recuerda el ingeniero, que este domingo estará en la Plaza de San Pedro junto al Papa Francisco para presenciar la misa solemne. Las pruebas médicas demostraron que los abscesos se habían reducido en un 70% y que la hidrocefalia había desaparecido. Los médicos habían advertido a la pareja de que debido a los tratamientos nunca podrían tener hijos. Hoy el matrimonio vive con sus dos pequeños en Río de Janeiro. «Cuando veo a mis hijos, veo a la Madre Teresa. Este milagro hizo a mi familia más fuerte y unida», asegura Marcilio.Agnes Gonxha Bojaxhiu -el nombre real de la madre Teresa- nació en 1910 en el seno de una familia católica en Skopje, hoy capital de la República de Macedonia. A los ocho años perdió a su padre y se trasladó a Irlanda para entrar en las Hermanas de Loreto. Con ellas llegó a Calcuta por primera vez. Y nunca más se marchó. En un viaje en tren sintió «una llamada para renunciar a todo y seguir a Jesús», contó. Y fue así como fundó en 1950 la congregación de las Misioneras de la Caridad, que cuenta con cerca de 4.500 religiosas en todo el mundo. Su labor humanitaria fue reconocida con el Premio Nobel de la Paz en 1979. Cuando en 1985 fue invitada a pronunciar un discurso ante la Asamblea de las Naciones Unidas, el entonces secretario general, Javier Pérez de Cuéllar, la presentó como la persona más «importante» que había pasado por la ONU. A lo que la Madre Teresa, mostrando el rosario que siempre la acompañaba y con gran humildad, respondió: «Yo soy sólo una pobre monja que reza». «El mensaje de la Madre Teresa era éste: Calcuta está en todas partes. Es una santa para todo», ha dicho el padre Brian Kolodiejchuk, postulador de la causa.

San Moisés, profeta

      No hay comentarios en San Moisés, profeta

Memoria de san Moisés, profeta, a quien Dios eligió para liberar al pueblo oprimido en Egipto y conducirlo a la tierra de promisión. También se le reveló en el monte Sinaí, diciéndole: «Yo soy el que soy», y le propuso la ley para regir la vida del pueblo elegido. Murió lleno de días en el monte Nebo, en tierra de Moab, a las puertas de la tierra de promisión.

Salvado de las aguas. Criado junto al Faraón. Elegido para salvar a su pueblo. Instrumento de Dios en las plagas. Caudillo desde el mar Rojo. Y ya en el desierto, el hombre de la Alianza: Amigo de Dios, padre del pueblo, legislador, juez, guerrero, libertador…

Es el hombre fuerte como un titán que se resiste a aceptar las debilidades de su pueblo.

Dios permite su fracaso. Viendo ya la Tierra Prometida, muere con la esperanza incumplida de entrar en la tierra de Canaán.

El que extendió su mano en el mar y lo secó o hizo brotar agua de la roca en el desierto, o consiguió de Dios el maná y las codornices para quitar la hambruna no disfruta su máximo proyecto humano: entrar en la Tierra de Promisión.

El sinsabor de la derrota humana es permitido por Dios para que reconozcamos nuestra flaqueza. El fracaso en lo humano marca la dependencia del creador.