Poblado en Bariloche, donde deseo y anhelé durante esta semana poder asistir a misa; tuve que esperar hasta ayer a las 21h para poder escuchar y vivir la misa con el Padre Eduardo. Una semana esperando la santa comunión..me moría de sed..esto ha impedido disfrutar de estas vacaciones a full, por mucho que exista la comunión espiritual..necesito a Dios regando mi sangre. Todo alrededor puede ser maravilloso y el paisaje único, pero nada como vivir recogida en esa capillita ..también la de los militares me encanta por su alegría.
El Padre habló del doble momento de la concepción del verbo. El primero fue en su corazón y el segundo en su cuerpo, que debió de ser muy duro para ella, aceptarlo.
Vivimos la solemnidad de la Santa Madre de Dios y necesitamos de su bendición.
Las gracias nos vienen por mediación de María.
La palabra se viste de carne y habita entre nosotros.
Que Ella sea nuestra compañera en nuestro día a día; difícil nuestra misión de encarnar en nuestras vidas la Palabra de Dios.
Feliz año Vero!!! Como te entiendo, a mi me pasa lo mismo cuando estoy de vacaciones. A pesar que uno reza y esta en contacto con la naturaleza, me falta la misa, Su alimento. Espero hayas viajado bien, cariños y bendiciones!!
Pues si Vero, no hay nada tan grande e intensamente espiritual, como recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo en la comunión,Tener dentro de ti al mismo Dios, poder comunicarte, hablarle, exponerle tus cosas, pedirle ayuda ,todo dentro de ese ambiente de silencio y absorción, solo conectado con Él, es el gozo mas grande para nuestras almas y que mas satisfacción puede darnos en la vida, nada en esta vida es comparable. Además es la fuente donde recibimos la gracia y la fuerza para poder caminar hacia una vida de santidad, en medio de un mundo tan hostil como en el que estamos viviendo.
El complemento y ayuda de esto tiene que ser la Santa Madre de Dios, que también es Madre nuestra, la cual tenemos que llevarla siempre como compañera de viaje, para que en todo momento teniéndola al lado, podamos acogernos a sus ayudas y bendiciones.
Acabo de regresar a Madrid y como dices, Vero, que sed espiritual de intimidad con Jesús. Estaba deseando volver para tener esos momentos con mi amado SEÑOR y con mis hermanos de palpita. Vero, como os recordaba y deseaba poder leer palpita y estar con vosotros. Os quiero y le pido al Señor que este año sea un año Santo para todos y que Maria nos ayude para conseguirlo.