Recibir diariamene la Comunión con devoción y consciente de a Quien se recibe, es participar en la divinidad de Jesús, y ser el alimento del alma para vivir una vida santa. La perseverancia en esa recepcion del Amor, nos llevará sin duda a una buena muerte y salvar el alma para la eternidad. como dice San Juan Bosco, ese gran santo de la juventud y de la eseñanza.
Recibir diariamene la Comunión con devoción y consciente de a Quien se recibe, es participar en la divinidad de Jesús, y ser el alimento del alma para vivir una vida santa. La perseverancia en esa recepcion del Amor, nos llevará sin duda a una buena muerte y salvar el alma para la eternidad. como dice San Juan Bosco, ese gran santo de la juventud y de la eseñanza.
siempre hay que estar en gracia de dios comulgando