Estuvo Dios con nosotros; con mi familia gracias al amor que nos dieron una pareja de seguridad del lugar. Las entradas estaban vendidas y teníamos que volver a casa sin ver la exposición..se apiadaron de nosotros..escucharon lo que suponía para nosotros estar juntos y el esfuerzo por volver al día siguiente después de misa..fue oírlo la mujer, amorosa y me dijo que pidiéramos por la hija de su compañero, enferma de leucemia..le entregué a ella la estampa de la Virgen de Garabandal y a él el escapulario de La Milagrosa que siempre llevo prendido..ojos vidriosos y amor de hermanos.Quedamos unidos en la oración por Leire, de 20 años. Su padre moriría si ve que escribo esto pero siento que hace falta unión comunitaria en la oración para pedirle al Señor su sanación urgente. Está claro que tuvimos que pasar a la exposición por lo que íbamos a vivir después.
Conocí a Manuel, en silla de ruedas,también de 20 años; llevado por su madre y me encantó la unión de las familias en la terraza del lugar antes de marchar. Siempre Cristo en los más pequeños.
El Señor le dice a cada familia: «No os olvidéis que yo también me voy con vosotros de vacaciones».
Serán diferentes porque van a ser con el Señor; que contemos con Él para todo; en cada casa y familia.
Que así sea, amén +
Para mí es el momento más deseado de la misa y también influye mucho cómo la reciba y quién me entregue a Cristo.
El último día en Buenos Aires fui a recibirla de manos del Padre Eduardo y lloraba en la fila conforme me iba acercando…ya no lo volvería a hacer por un tiempo..el jueves en mi grupo de oración la recibí del Padre Carlos, que fue quien me dirigió mucho tiempo y con quien aprendí a volar y a ser libre para Dios; me gusta porque me arrodillo y la recibo en las dos especies y sobre todo su mimo al darnos a Jesús vivo y sacramentado.
Hoy en misa en Santa María de Caná, elegiré las manos ( son muchos sacerdotes y ministros) que quiero me den el maná que necesito para aguantar cada día hasta el siguiente en que pueda volver a comulgar.
Feliz día de San Ignacio de Loyola.
Amén+



